Los hechizos de amor son un acto mágico que pretende producir efectos sobre la realidad mediante procedimientos sobrenaturales, como el uso de conjuros. Es de carácter litúrgico o ritual. Cuando el objetivo del hechizo es adivinar el futuro se denomina sortilegio, y cuando busca someter la voluntad de otra persona u objeto o influir en ellos, encantamiento, maldición (si es con mala voluntad) o bendición (si es para protección). Es componente sustancial de muchas religiones paganas y también forma parte de algunas religiones monoteístas, mientras que otras como el Cristianismo prohíben explícitamente su práctica.
El hechizo procede de las creencias mágicas del Neolítico y viene practicándose desde entonces, a veces de manera abierta y otras clandestina. Era común en sociedades paganas, constituyéndose en actos oficiales de masas promovidos por las autoridades; una actividad que está bien documentada en numerosas fuentes históricas e incluso sobrevive aún en algunas zonas, como las de religión vuduista o chamánica originarias.
Debido a los numerosos registros escritos del antiguo Egipto que se conservan, existen ejemplos completos de hechizos de esta época. En particular, el proceso de embalsamiento y enterramiento, involucraba el uso de numerosos hechizos, que se conservan en el Libro de los Muertos.
Desde la Edad Media, el hechizo fue comúnmente perseguido bajo la acusación de brujería, sobre todo en las naciones que tenían al Cristianismo por religión de Estado. Aun así, de esa época se conservan los encantamientos de Merseburg.
Hoy en día su práctica se considera jurídicamente bajo el amparo de la libertad de creencias protegida como derecho fundamental por la mayor parte de legislaciones democráticas, si bien ello no impide que se persigan las estafas de importancia cometidas por supuestos «brujos» o «brujas» basándose en la credulidad o deseo de creer de muchas personas.
Típicamente, los hechizos de amor consisten en una representación simbólica del efecto que se pretende conseguir bajo la invocación de una deidad. En sus orígenes y en algunos casos de la cultura popular, es un acto instantáneo sin una forma común. Tanto es así que supuestamente puede ejecutarse incluso de manera involuntaria, como ciertas formas de mal de ojo.
No obstante, en las creencias paganas desarrolladas adquirió y mantiene una estructura general que consta de seis partes:
- La preparación, durante la cual se disponen los lugares y materiales necesarios, y las personas que van a tomar parte en el mismo pueden realizar diversas actividades previas como el ayuno, la oración, etc. Es importante estar en un estado apropiado de cuerpo y mente antes de realizar un hechizo. Prácticas comunes son bañarse, vestirse adecuadamente, y tomar algún tiempo para meditar o respirar profundamente. También se puede ungir a uno mismo con un aceite apropiado.
- La apertura, que inicia el acto litúrgico o ritual creando un «entorno mágico» apropiado y solemne, produciendo simultáneamente un efecto de comunión entre las personas participantes.
- La invocación, en la cual se suplica o exige la cooperación de las fuerzas sobrenaturales que habrán de llevar a la realidad el hechizo.
- La ejecución, donde se realizan los actos mágicos ritualizados que constituyen el núcleo del hechizo y que pretenden modificar el curso de la realidad bajo la advocación de las entidades sobrenaturales invocadas.
- El sacrificio, en el que se ofrece a estas fuerzas sobrenaturales una ofrenda que puede ser simbólica o tangible para ganar su favor.
- El cierre, que da solemnidad a la clausura del acto y disuelve el «entorno mágico» creado durante la apertura.
Puede observarse con facilidad el paralelismo existente entre esta estructura y la liturgia de las religiones monoteístas más modernas, que probablemente se deriven de la misma. Un ejemplo claro sería la Misa cristiana. El hechizo se hallaría, pues, en los orígenes de la liturgia sagrada de numerosas creencias contemporáneas.
Si estás interesado en un trabajo de hechizos de amor, no dudes en contactar conmigo. Mis hechizos de amor son rápidos y efectivos. Pide ahora tu consulta personalizada!